[COLABORACIÓN]
Desde hace siglos se dice que el pueblo de Llay-Llay, ubicado en la ladera sur del río Akunkawa, debe su nombre en mapudungun a los fuertes vientos que a nadie dejan indiferente, mientras las crónicas hacen referencia a que su nombre está asociado al sonido del agua o de los zancudos. Sea como sea, la historia de este pueblo pareciera comenzar con la industrialización del territorio, hoy dominado por el Estado chileno y siguiendo un modelo de gran fundo de la aristocracia terrateniente con escasa o nula referencia a los pueblos ancestrales, omitiendo a aquellos que antes ya vivían allí. Bajo esta lógica y según el discurso oficial, los trenes, esas máquinas del progreso y la modernidad, llegaron a Llay-Llay y ahí comenzó su verdadera historia.
A Llay-Llay llegan los trenes se escucha decir de vez en cuando a quienes recuerdan un pasado no tan lejano acuñado al calor de la voz popular, similar a Todos los caminos llevan a Roma, aunque poca gente que no sea del Valle de Akunkawa sepa realmente dónde queda exactamente este pueblo. Hoy en día la vía férrea sólo transporta basura y extractivismo agrícola y minero como en una pesadilla en la que la muerte acecha con sus máquinas incansablemente, entre ruinas de un espacio-tiempo congelado en el siglo pasado, entonces ¿dónde llegan los trenes realmente?
Cortometraje Ackanu ad ovo, ou partir du meio ni desde el final (2009) – Pesadilla necropolítica
La histórica plaza triangular que ostenta una gran estatua del guerrillero Manuel Rodríguez, así como el antiguo cine-teatro y la antigua estación de trenes en sus costados, es un vestigio tangible de la modernidad que le hizo ser uno de los enclaves ferroviarios más importantes en la historia del país. De hecho, fue punto de inauguración del ferrocarril Santiago-Valparaíso el 14 de septiembre de 1863 12 años antes de su fundación como comuna). Así, tanto la actividad económica como la vida social1La mismísima Violeta Parra vivió un par de años en el pueblo junto a Luis Cereceda, obrero ferroviario que fuera su primer esposo y padre de Isabel Parra y Ángel Parra. Aunque su paso por la calle Antonio Varas que habitó fue breve, su importante figura ha inspirado tanto a artistas como historiadores populares, siendo habitual que encuentros y festivales artísticos locales tengan su nombre. y cultural2El pintor y escritor Adolfo Couve pasó su primera infancia en Llay-Llay, experiencia que transmite en su famosa novela La lección de pintura, cuya primera parte de la historia transcurre en la población Morandé, una de las más antiguas de la comuna. estuvo estrechamente ligada a los trenes3En 1927 nace en Llay-Llay Guillermo Ravest Santis, periodista y locutor conocido por haber grabado el último discurso de Salvador Allende durante el golpe de estado de 1973. Su abuelo, su padre, sus tíos y otros parientes fueron todos ferroviarios. Y aunque estos ya no funcionan con el servicio de pasajeros que le dio fama; tanto jubilados ferroviarios, ex venteras (conocidas vendedoras que esperaban en las estaciones), así como usuarias y antiguos habitantes de la comuna viven con los recuerdos de esos tiempos gloriosos que las generaciones más jóvenes sólo conocen como las ruinas de un pasado con olor a alquitrán, entre la basura y los dedales de oro que crecen junto a la vía férrea4Este antiguo reportaje sobre el ferrocarril en LlayLlay fue realizado a comienzos de los años 2000 para la televisión llayllaína. La ruta del tren Llay-Llay (reportaje años 2000) .
Las ruinas también habitan los cerros
Benjamín Vicuña Mackenna, en sus crónicas sobre la construcción del ferrocarril, relata con admiración la belleza de los paisajes llayllainos, repletos de cascadas, lagunas y extensa vegetación, bajo la eurocéntrica mirada propia de la élite republicana que le hizo comparar estas tierras con los Alpes suizos. Así también relata con detalle los pormenores del tramo más peligroso y que más vidas obreras cobró: la cuesta de Las Chilcas, famosa por peligrosa y mítica por las historias que le rodean, en la que se cruzan el Diablo y ermitaños sin nombre5Entre el 2013 y 2015 la carretera vehicular de la cuesta de Las Chilcas (paralela a la línea del tren) es intervenida con obras para ensanchar las pistas y corregir la pendiente que cobró cientos de vidas en el lugar. Las creencias populares, así como las impresiones sobre un conocido, pero enigmático ermitaño que habitó antiguamente el sector, fueron plasmadas en el documental Por aquí pasó el Diablo Por Aquí Pasó el Diablo. De la construcción de los túneles que cruzan esas montañas, surge la estación y asentamiento Enrique Meiggs, el cual sigue siendo ocupado por un grupo de familias que habitan un paisaje aislado, bajo la amenaza constante del dueño del fundo, quien no permite que las personas caminen por los cerros que poblan. Este paisaje que bien podría ser el escenario de algún spaghetti western6 está tan a la deriva que aun siendo parte de la jurisdicción llayllaina, los mismos alcaldes evitan invertir en transporte, agua potable, educación y salud. Así, sus habitantes tienen que buscar apoyo en otras comunas o, en su defecto, hacerse parte del lavado de imagen de los grandes latifundistas que utilizan estas “ayudas” para paliar los efectos de la sequía que provocan ellos mismos con el monocultivo de paltos. Y, sin embargo, los trenes siguen transportando materias primas por las vías que le cruzan, sin detenerse a llevar personas que bien podrían aprovechar la ruta para ir al pueblo: la antigua y ruinosa estación E. Meiggs por testigo.
Documental Donde ya no Paran Donde ya no paran
En enero del 2016 hubo rumores en el pueblo de que el naciente tren del recuerdo se detendría en la estación de Llay-Llay, cosa que motivó a que la población se autoconvocara en los andenes como hacía décadas no se veía, con gente de todas las edades que esperó pacientemente todo el día. Pero ese tren no llegó. Meses después y ante la indignación popular por el abandono y la burla constante surgieron en la comuna las primeras asambleas comunitarias de la década7Reportaje sobre la estación de trenes en la Revista Alcaparra del año 2016, en la que aparecen entrevistas a actores y organizaciones que se estaban movilizando por recuperar la ex estación de trenes. Esta primera etapa fue bien conflictiva puesto que tanto fundaciones privadas como Servicio País y grupos que estaban levantando candidaturas para las elecciones municipales de ese año, intentaron constantemente aprovecharse del movimiento para conseguir votos y/o puestos en el municipio. EDICION 1 ALCAPARRA REPORTAJE EXESTACION LLAY LLAY .pdf y se dijo basta ante la espera por que alguien solucionara los problemas8También hay antecedentes de esta inquietud en la revista comunitaria local La pulga de Llay-Llay http://lapulgallayllay.blogspot.com/2016/07/en-contra-de-los-seres-magicos.html La Pulga fue una revista de carácter comunitario que funcionó como medio de comunicación alternativo impreso y digital, sin fines de lucro, independiente de partidos políticos e instituciones municipales entre los años 2015 y 2017. Dentro de sus primeros objetivos estaba el crear un centro cultural, cosa que toma forma cuando surge el movimiento Trenes del Viento (actual Casa de la Cultura en la ex-estación de trenes de Llay-Llay).. En este ejercicio de empoderamiento se reconoció que uno de los mayores patrimonios del pueblo es la estación de trenes, al mismo tiempo en que se asumió que la cultura y la educación estaban en debacle debido a las pésimas gestiones municipales de los últimos años9La gestión municipal de aquel entonces estuvo vinculada a muchas irregularidades administrativas y una pésima comunicación con la comunidad, siendo el hecho más grave el que fuera denunciado por La Pulga de Llay-Llay sobre la extracción ilegal de áridos en el río Akunkawa.http://lapulgallayllay.blogspot.com/2017/05/el-rio-ya-no-suena-porque-se-llevaron.html .
Así, el 5 de noviembre del 2016 y durante todo el día la comunidad limpió y recuperó la ex estación de trenes, momento fundacional de la Casa de la Cultura Trenes del Viento, un espacio cultural comunitario, autogestionado y horizontal, sin partidos políticos y sin entidades religiosas ni gubernamentales, configurándose uno de los hitos más importantes en la vida social y cultural del territorio llayllaíno.
A Llay-Llay llegan los trenes (2017) A llay llay llegan los Trenes del Viento
visita del tren a los andenes, en conjunto
con sindicatos y ferromodelistas
Desde un inicio el lugar se posiciona abiertamente como un espacio de libertad creativa y discurso crítico, al mismo tiempo en que se construye un relato propio desde las artes y las formas pedagógicas alternativas al modelo tradicional a través de asambleas abiertas y de carácter horizontal, en la cual participan tanto artistas como individualidades y la vecindad directa del lugar, como lo son habitantes de los vagones y piezas contiguas al espacio10Vinicio, vecino que habita en los vagones abandonados de la estación pide ayuda para la Casa de la Cultura Campaña por la Casa de la cultura Trenes del Viento 1 .
Arte e Inclusión en la Estación de Trenes (2017) Arte e Inclusión en la Estación de Trenes 2017 –
Video experimental artístico realizado
con personas neurodivergentes
Spot 1° aniversario Casa de la Cultura TdV (2017) Spot 1º aniversario Trenes del Viento
En todo este tiempo y entre muchas creaciones e intervenciones que nacen desde el espacio, destacan expresiones migrantes11Primera presentación en Chile del poeta haitiano Makanaky, en el contexto del primer aniversario de la Casa de la Cultura TdV https://youtu.be/6AzTiwcKEvo , encuentros literarios12 Peña popular en TdV https://www.facebook.com/watch/?v=769183096589923 , de danza13Talleres de danza https://www.facebook.com/TrenesDelViento/videos/858113097696922 , pedagogía, ciencias sociales14Charla Interpretación de los sueños https://www.facebook.com/TrenesDelViento/videos/886540331520865 , música15Registro del ciclo de conciertos Música y Trenes (2018) https://youtube.com/playlist?list=PLizryInJbhpXeyQBnil6AXxc3sN1NHScJ y cine; generando vinculación con otras organizaciones de las cuales surgen creaciones como el cortometraje Vacas Sagradas16Realizada en conjunto con la Escuela Popular de Cine Película Vacas Sagradas CAP: Vacas Sagradas dando espacio a dinámicas que rompan con el adultocentrismo y también vinculando situaciones del contexto local a estos documentales/acciones, como con la intervención Una flor para el recuerdo realizada en memoria de mujeres, activistas y mapuche que cayeron por las múltiples manifestaciones de violencia.
Es así como este espacio, cuya larga y frágil historia toma forma ya no solo como un sitio de memoria ferroviaria, más bien adquiere vida propia tanto en sus dinámicas internas como en la creación artística y de contenido con perspectiva crítica, desarrollando lenguajes que dan cuenta de testimonios que surgen desde los propios territorios que habitamos.,
Estando a punto de cumplir 6 años de existencia, la Casa de la Cultura Trenes del Viento17Solidarización con la agrupación Ruinas del Arte Trenes del Viento apoya a Ruinas del Arte se encuentra a punto de firmar un comodato en el que el municipio reconoce legalmente la autonomía del espacio tras un largo y difícil proceso que también nos ha significado alegrías y satisfacciones; en los que a pulso y voluntad de cientos de personas hemos forjado un lugar de encuentro, creación y vida social tanto en el pueblo como en otros territorios y para esto se hace urgente sumar todas las fuerzas que aporten a este proceso y no descansar en los laureles18 Programa Frutos del país de TVN, capítulo Llay-Llay en el que aparece Trenes del Viento realizando una campaña de reforestación. Este tipo de interacciones externas al espacio de la estación misma vienen de la mano con descentralizar el área de acción de la colectividad, al mismo tiempo en que permitió visibilizar la problemática agroexportadora en el territorio a nivel nacional https://youtu.be/klFIEKOSWxY .
¿Qué viene en adelante?
En un territorio del que sólo se habla en la historia oficial como anécdota de la industrialización de la región, la tradición oral ancestral bien podría ser un acto de resistencia poderoso si con ello se hace frente al olvido sistemático en el que nos hacen caer a quienes habitamos las llamadas zonas de sacrificio. Creo que en el cuestionamiento constante que plantean estas preguntas (aparentemente sin respuesta), se puede comenzar a pensar un devenir en el que la historia, nuestra historia, tenga conexión real con quienes habitamos un territorio en común, por el cual podamos seguir cultivando la memoria de cientos de miles de trabajadores ferroviarios, venteras y usuarios; buscando alrededor de la figura fantasmal de los trenes y en las anteriores y nuevas generaciones de artistas y habitantes en un pueblo que forjó parte importante de su identidad más inmediata, con la esperanza de que en este proceso también entren nuevos cuestionamientos, como la identidad ancestral territorial que también forma parte del aún hermoso Valle de Akunkawa y así recomponer esta fragilidad que se abre desde la herida del extractivismo.